Opositar significa participar en un proceso selectivo, cuyo fin último es acceder a uno de los puestos de trabajo que se ofertan en la administración pública como, por ejemplo, maestros, policías, administrativos o celadores. Las oposiciones, además, pueden ser publicadas por diferentes organismos públicos, a saber, Organismos Internacionales, Administración del Estado, Administración Autonómica (Comunidades Autónomas, Diputaciones) o Administración Local (Municipios). Es importante cumplir todos los requisitos que se establecen cada vez que una Institución publica un proceso de selección: formación, experiencia o nacionalidad entre otros, así como realizar las distintas pruebas, obtener una buena calificación y acreditar cada cuestión que pueda añadir puntos a la misma.

Existen tres tipos de pruebas selectivas que dependen del proceso y/o de la institución, así como de la categoría en la que aspiras conseguir un trabajo. La primera prueba, la oposición, es aquella en la que se deberá superar más de un ejercicio, tanto teórico como práctico. El segundo tipo de prueba, que es más un paso dentro de algunos procesos selectivos, es el concurso. Este, es aquel periodo de tiempo en el que los candidatos deben acreditar sus méritos, con el fin de conseguir sumar puntos para la obtención de la plaza. Los méritos se establecen y suelen ser publicados en la convocatoria que acompaña a la Oferta de Empleo, y suelen también aparecer como una lista con los puntos que se alcanzarán por cada uno de ellos. El último tipo de prueba es la oposición-concurso y es una combinación entre ambos procesos, en la que se tendrá en cuenta tanto la prueba o pruebas que se realizan, como los méritos de los candidatos.


Los tipos de exámenes dentro de la oposición son el test, las preguntas de desarrollo, los casos prácticos, las pruebas prácticas y las pruebas físicas. Además, existen las entrevistas personales, los exámenes psicotécnicos, las pruebas de idiomas y los reconocimientos médicos. Las pruebas pueden versar sobre un temario general o específico, plantear situaciones que vivirás en el ejercicio de las funciones del puesto de trabajo a realizar, evaluar el perfil psicológico del estudiante y/o explorar sus aptitudes, etc. Algunas de ellas son específicas de cuerpos concretos como ocurre, por ejemplo, con las pruebas físicas en la Guardia Civil, Policía Nacional, Local, cuerpo de Bomberos…

Muchas de estas pruebas, así como parte de ellas, pueden ser generales y afectar a más de un proceso selectivo por igual. Es por ello que, en CEP, hemos desarrollado la oferta más grande del mercado de las oposiciones en preparación transversal, pensando en que el opositor o aspirante pueda prepararse para uno o varios cuerpos de forma simultánea.

Esta oferta se articula en papel, con los libros de temarios, test, simulacros de examen, psicotécnicos o casos prácticos, y de forma digital, con los cursos online. De esta forma, el opositor podrá llevar a cabo su formación utilizando las herramientas y recursos pedagógicos que ofrecen cada uno de nuestros productos, adaptándose a su tiempo y disponibilidad, así como a su objetivo final, sea donde sea que se ubique el mismo. Así, un aspirante a una plaza de Administrativo podrá estudiar, por ejemplo, a la Administración del Estado o a la Administración de su Diputación provincial, Servicio de Salud por Comunidad Autónoma, o demás órganos que puedan convocar plazas de esta categoría. Ocurre lo mismo con los demás cuerpos como Auxiliar de Enfermería, Celadores o Auxiliares Administrativos, por ejemplo.

Teniendo en cuenta esta información, cabe destacar que es importante que el opositor conozca toda la información de su proceso selectivo, para poder participar en él sin perderse entre los plazos y detalles. Puedes suscribirte a nuestra Newsletter para enterarte de todas las novedades si ya estás inmerso en uno de estos procesos, o si piensas inscribirte en uno de ellos.